Ostara-Equinoccio de Primavera


Este 22 de Septiembre del 2021, a las 16:20 horas de Santiago de Chile (aprieta acá para ver la equivalencia horario con tu región) es el Equinoccio de Primavera. Cuando se habla de una hora y minutos en específico en que ocurre el equinoccio, es porque se está refiriendo a una posición puntual en que se encuentra la Tierra respecto al Sol. Si bien esta posición astronómica dura solamente un momento preciso, durante este día y en los días cercanos se comienza a observar una cantidad equivalente de horas de luz y de oscuridad (o de día y de noche). Esto, en conjunto con el aumento gradual que comenzará a haber en las horas de luz, hace que comience la estación que nosotros clasificamos como primavera. Este fenómeno ha dado lugar a distintas celebraciones y tradiciones a lo largo del mundo, puesto que el inicio progresivo de esta estación (que obviamente comenzamos a percibir antes del equinoccio) está asociado a diferentes aspectos que eran vitales para la sociedad agrícola del pasado y que siguen en realidad siendo vitales para la subsistencia tanto del mundo que conocemos como de la humanidad. Pero el Equinoccio de Primavera no es solamente un motivo para festejar (aunque te invito a hacerlo de todos modos), sino que es el inicio de diversos fenómenos naturales propios de la estación que generan cambios objetivos en nuestra fisiología y en el ambiente que nos rodea, lo cual se puede aprovechar para nuestro crecimiento personal y espiritual. En esta entrada hablaré sobre los distintos aspectos de esta fecha y temporada, y sobre cómo se pueden utilizar para construir una vida mejor.


¿Qué es Ostara?

Ostara es el nombre neopagano que se le da a la festividad del Equinoccio de Primavera, siendo esta uno de los ocho sabbats que se celebran a los largo del año. A mí me gusta usarlo porque me recuerda el folclore asociado a la fecha y porque es más breve decirlo con una sola palabra. Además, Ostara para mí se refiere a la celebración que hago en esta fecha, mientras que el Equinoccio de Primavera lo utilizo para referirme principalmente al fenómeno astronómico.

De acuerdo a la enciclopedia Wikipedia (en su versión en inglés), Ostara es el nombre que culturas germánicas le daban a la diosa de la primavera. En trabajos del siglo 8 d.C., el monje benedictino Bede declaró que durante el mes de abril los paganos anglosajones solían celebrar una fiesta en honor a esta diosa (tener en cuenta que en el hemisferio norte la primavera comenzaría a finales de marzo), pero con el tiempo esta tradición fue muriendo y siendo reemplazada por la Pascua Cristiana. Es preciso tener en cuenta eso sí, que a lo largo de la historia diversos autores han cuestionado la veracidad de las declaraciones de Bede, pensando que él mismo había inventado a dicha diosa. Si bien no se tienen reportes exactos precisando los símbolos a los que estaba asociado esta diosa, diversos datos permiten inferir que las liberes y conejos, así como los huevos, eran símbolos o manifestaciones de la diosa Ostara. Y sí, es bien probable que la historia del conejo de Pascua trayendo huevos de chocolate en la Pascua de Resurrección, que se partió celebrando en el hemisferio norte, y por ende, durante la Primavera, tenga relación con esta diosa y las festividades y leyendas asociadas a ella (u otras diosas similares). En lo personal, yo me entretengo mucho consumiendo contenido relacionado con diversas leyendas y teorías del origen histórico de festividades asociadas a esta fecha, así como su misticismo y potencial espiritual, con lo que te invito a estudiar sobre estas, por ejemplo en este Blog (elmagicodespertardelossentidos.blogspot.com)

Más allá de lo histórico y legendario, es cosa de que uno se pare y salga a caminar durante la primavera a lugares más rurales, o incluso a sectores más "naturales" dentro de la misma urbe, y se pillará con estos signos constantemente: nidos o pájaros confeccionándolos, quizás algunos pichones tempranos, flores y brotes en las ramas de diversos árboles y plantas más pequeñas y si ves algún lugar donde abundan conejos o liebres, en esta fecha verás un montón de crías para regodearte de ternura. Ostara en todos lados. Todos estos cambios se comienzan a gestar justamente a partir del fenómeno ya mencionado: el Equinoccio de Primavera.


¿Qué es el Equinoccio de Primavera?

Como ya se mencionó previamente, este término se refiere a un fenómeno astronómico relacionado con las posiciones del Sol y de la Tierra, que hacen que en el día en que ocurre este fenómeno las horas de luz y de oscuridad sean aproximadamente iguales. De hecho, la palabra equinoccio deriva de allí (equi=igual, noccio=noche, refiriéndose a que la duración del día es igual a la duración de la noche).

Este fenómeno se da porque la Tierra está orientada hacia el Sol con una inclinación de 23,5° y por el movimiento de traslación que realiza esta alrededor del Sol (ver imágenes abajo). En combinación, estos dos fenómenos hacen que se generen las estaciones del año y que estas sean opuestas para el hemisferio norte y sur, así como prácticamente nulas para las regiones cercanas al ecuador. Los equinoccios, ya sea el primaveral o el otoñal (que como ya sabemos, tendrá ese apellido dependiendo del hemisferio donde estemos), son aquel momento en que la Tierra y el Sol están posicionados de modo tal que la luz llega de igual manera a toda la superficie terrestre. Más allá de ese punto, tendremos que uno de los hemisferios comenzará a recibir la luz solar en mayor cantidad que el otro (ver imágenes de abajo). 

Figura 1. Naranja representando al planeta Tierra y luz de la vela representando a la luz del Sol. Como se puede ver, la naranja está inclinada respecto a la vela, y la luz le llega de manera más directa a al hemisferio sur. Esta situación traería como consecuencia mayor luz y posteriormente temperatura en el hemisferio sur (siendo primavera o verano allí).


Figura 2. Así como esta naranja gira alrededor de la vela, la Tierra gira alrededor del Sol. Este movimiento se conoce como traslación. Nota: Para no quemarme con la vela elevé un poco la Tierra y le enchuequé el eje, pero la idea se entiende.

Figura 3. Naranja posicionada de manera similar a la Tierra durante el equinoccio. Observe que ambos hemisferios reciben la misma cantidad de luz.

Como la luz solar ha llegado constantemente a nuestro planeta desde hace harto tiempo, distintas formas de vida (y me atrevo a decir que la mayoría de las formas de vida que conocemos en la superficie terrestre) han evolucionado al son de esta y sus cambios, y han moldeado sus patrones de comportamiento alineándose a estos cambios. Las plantas y los animales (y he leído en más de una ocasión casos sobre bacterias y hongos también; pero los dejaré aparte por ahora), poseen células que sensan la cantidad de luz que reciben, y al percibir que el número de horas va en aumento, comienzan a activarse cascadas de reacciones químicas y señales que acaban en los cambios que nosotros observamos: plantas refloreciendo y brotando nuevas hojas, pájaros y mamíferos pequeños que deciden reproducirse, etc. Los seres humanos no somos ajenos a este fenómeno y también comenzamos a experimentar cambios fisiológicos en este periodo.


¿Qué cambios fisiológicos se producen en el ser humano durante la Primavera?

Bien, acá pasamos a algo levemente complicado. Por un lado, en cualquier lado del planeta durante la primavera aumentan las horas de luz. Sin embargo, es bien conocido que en la Tierra los climas son variados, dado que no dependen únicamente de la luz solar, y por lo mismo, la primavera no traerá en todos lados los mismos eventos o en la misma escala. En esta entrada voy a hablar del caso de un clima mediterráneo, el cual es extrapolable a varios otros tipos de clima, y daré las pistas de cómo podría variar la situación en climas diferentes.

Partamos hablando de los efectos de los cambios de luz, que son comunes a todo el mundo, salvo en regiones cercanas al ecuador, donde la cantidad de horas de luz es más o menos igual todo el año. El aumento de horas de luz va a tener una fuerte incidencia en nuestro ciclo circadiano, el cual es regulado por hormonas cuya producción está relacionada con las horas de luz. Observemos el gráfico de abajo, que muestra la producción de melatonina y cortisol. Como pueden ver, la producción de estas hormonas se contrapone entre sí y se relaciona con las horas de luz y oscuridad. La melatonina es una hormona cuya función más conocida es la inducción al sueño y se ha visto que mientras mayor exposición tengamos a luz solar durante el día, mayor será su producción durante la noche (Mead, 2008). También podrán comprender que meternos pantallas que producen luz y exponernos a estas echa a perder un poco el tema, así que te invito a averiguar un poco más sobre los efectos de la luz de las pantallas. Esto implica que durante la primavera, al aumentar la exposición a la luz solar (por supuesto que, si vives encerrado en un ataúd como un vampiro esto no te va a funcionar), aumenta tanto la producción de la hormona que te hacen pasar al estado de alerta (cortisol), como la producción de la hormona que en la noche te ayudará a dormir (melatonina). Buen material para aprovechar, ¿Cierto? Y esto es sólo con exponerte al sol, que es gratis (al menos todavía). No es necesario que vayas y te pongas bajo el sol hasta quedarte frito: basta con que abras la cortina y que tu vista vaya captando el aumento o disminución de la luz.


Figura 4. Gráfico de melatonina y cortisol en función de las horas de luz. Imagen tomada de http://melatoninainfo.com/obtener-melatonina-forma-natural/.


Por otra parte, el aumento de la luz solar también está acompañado de un aumento en la síntesis de vitamina D. Esta vitamina la produce nuestro cuerpo cuando nuestra piel se expone a la luz solar, y su presencia está asociada a diversos cambios en el organismo, entre ellos, un aumento en el estado del ánimo o menor tendencia a la depresión (Menon et al., 2020; Milaneshi et al., 2013; Högberg et al., 2012;Wilkins et al., 2006). Quiero mencionar eso sí, que esta relación entre la vitamina D y la depresión y estado de ánimo es debatida por algunos estudios; sin embargo, la luz solar también se relaciona con el estado de ánimo gracias a la serotonina, hormona que también se asocia a un buen estado de ánimo y que es precursora de la melatonina (es decir, el cuerpo agarra la serotonina y la convierte en melatonina) (Mead, 2008).

Estos simples cambios en tu cuerpo (y hay muchos más que me he dejado fuera), implican que en primavera tu ánimo y energía se verán facilitados para aumentar. Obviamente que si estás trabajando hasta partirte el lomo, si tienes un bebé demandando atención todo el día, o estás bajo cualquier otra demanda energética, no te va a bastar con la luz solar para que tu ánimo y energía se vayan al cielo, pero podrás contar con esa ayudita.

Sin embargo, la energía y probablemente el ánimo del ser humano no dependen exclusivamente de la luz, y ahí se pone la cosa un poco más complicada. En los climas mediterráneos el invierno que antecede a la primavera se caracteriza por ser una estación helada y por tener una mayor concentración de lluvias que el resto del año (incluso si estas son pocas y de tres gotitas, como en el caso de Santiago los últimos años). Esto implica que en el invierno tuvimos que estar viviendo en un rango de temperatura que es inferior al óptimo del ser humano, el cual es entre 15 a 25 °C (59 a 77 °F) (Merriam-Webster Dicctionary) (por cierto, he leído por ahí otros rangos óptimos, pero todos están cercanos al que dí), a un rango de temperatura que está justo en el óptimo. Yo en lo personal adoro la sensación de tener más movilidad con mi cuerpo, tanto porque ya no lo tengo cubierto de 8 capas, como por el hecho de que el frío me deja -y a todo ser humano en realidad- con las articulaciones y los músculos mucho menos flexibles. Y bien, ese el tema en el que deben fijarse aquellos que vivan en otros climas; en qué rango de temperatura te encuentras en la primavera. En el caso del clima de Santiago de Chile, la primavera y el otoño son las estaciones con el mejor rango, y por lo tanto, aquellas que más debiéramos aprovechar para nuestra productividad. Y esto me lleva a la parte final de esta entrada.


¿Cómo aprovechar Ostara a nivel personal y espiritual?

Bien, nuestro cuerpo se encuentra en el mejor punto posible respecto a factores externos y el resto de los seres vivos se encuentran aprovechando los cambios de luz igual o más que nosotros. La naturaleza vuelve a la vida o, dicho con más precisión, vuelve a la actividad y al crecimiento. Esto significa que no solamente la fisiología de tu cuerpo te la está poniendo más fácil para que te pongas a hacer cosas, sino que también el entorno que te rodea lo está haciendo.

En los últimos años de mi vida he ido utilizando esta época (desde Ostara a Beltane, es decir, desde aproximadamente el 23 de Septiembre al 1 de Noviembre en el hemisferio sur; más sobre esto acá) para reflorecer como persona y para ponerme en acción de los cambios y proyectos que he tenido en mente y que quiero para mi vida. Los cambios fisiológicos me dan la garantía de contar con mayor energía y ánimo para hacerlo, mientras que los cambios en el entorno me sirven como un constante recordatorio para mi cerebro de estar en esta sintonía. Veo a las plantas comenzar a germinar y las cáscaras de huevo como evidencia de eclosiones que han ocurrido. Estos signos, que veo constantemente durante el día (o al menos varias veces), me motivan a recordar que estoy en un periodo del año en que debo yo también germinar, florecer o eclosionar (o todas a la vez).

Pero a un nivel más espiritual, el mayor contacto con la naturaleza, la consciencia sobre esta y los eventos que están ocurriendo, me llevan a reconocerme constantemente como parte del ecosistema en el que habito. Me gusta aprovechar los símbolos que tiene la primavera temprana, como los huevos o las semillas germinando y reflexionar sobre lo que voy a hacer germinar en mi ser para este año. Examino las cualidades que tengo ganas de cultivar y en mis rituales de Ostara las siembro en mi persona. A lo largo del año, trabajo en el desarrollo de estas cualidades tanto o más como trabajo en el cultivo de mis plantas o en el cuidado de las aves que hace poco anidaron en la ventana de mi hogar (fotos abajo). Así que en Ostara, no solamente en el Equinoccio de Primavera, sino que en los días que le siguen, recuerdo aquellas cualidades que me sembré, y permito que cada brote, cada piar de pajarito a lo lejos, mi taza de conejos o los adornos primaverales que coloco en mi hogar, me recuerden que estas cualidades y proyectos están germinando en mí y que debo cuidarlos y esforzarme tal como lo hace el resto del ecosistema.

Y finalmente, hay otros sucesos que ocurren en Ostara: hay semillas que no germinan, árboles que murieron durante el invierno, huevos que no eclosionaron y pichones y cachorros que no sobrevivieron. Pero ya hablaré más de este tema en mi siguiente entrada. 




Figura 6. Liquidámbar, yuyos y pastos comenzando a brotar en el camino a mi trabajo.




Figura 7. Huevo colocado por una pareja de tórtolas que me visita desde hace un año, y que decidieron hacer el nido más inseguro del mundo en la ventana de mi hogar, razón por la cual los pusimos en esta cajita y amarramos esta a la baranda de la ventana. P.D. Estos fueron pollos tempranos y actualmente ya aprendieron a volar y hasta donde sé andan por allí, haciéndose un lugar en la ciudad.


Figura 8. Abeja alimentándose de las flores de cerezo del cerro San Cristóbal, recordándome que debemos aprovechar esta época para hacer el trabajo que debemos hacer. 


Fuentes:

Högberg, G., Gustafsson, S. A., Hällström, T., Gustafsson, T., Klawitter, B., & Petersson, M. (2012). Depressed adolescents in a case‐series were low in vitamin D and depression was ameliorated by vitamin D supplementation. Acta Paediatrica101(7), 779-783.

Mead, M. N. (2008). Benefits of sunlight: a bright spot for human health.

Menon, V., Kar, S. K., Suthar, N., & Nebhinani, N. (2020). Vitamin D and depression: A critical appraisal of the evidence and future directions. Indian journal of psychological medicine42(1), 11-21.

Milaneschi, Y., Hoogendijk, W., Lips, P. T. A. M., Heijboer, A. C., Schoevers, R., Van Hemert, A. M., ... & Penninx, B. W. J. H. (2014). The association between low vitamin D and depressive disorders. Molecular psychiatry19(4), 444-451.

Wilkins, C. H., Sheline, Y. I., Roe, C. M., Birge, S. J., & Morris, J. C. (2006). Vitamin D deficiency is associated with low mood and worse cognitive performance in older adults. The American journal of geriatric psychiatry14(12), 1032-1040.



Comentarios

  1. Muy buen artículo, te felicito. Muchísimas gracias por la mención, te deseo muchos éxitos, pero sobre todo, que disfrutes muchísimo de cada momento que dediques tanto a la redacción de tus post como a su edición, elección de fotografías y resto del proceso de creación y publicación. Saludos y bendiciones.

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    1. Muchas gracias Paqui! Tengo transcrito en la pared junto a mi altar tu "Con alas de ángel" junto a otras fuentes de inspiración, y me han ayudado en mi camino a ser feliz. Con los años fui pensando que así como tu blog y otros más me habían aportado tanto, a lo mejor podría yo algún día escribir y aportar a alguien también. Pero tal como dices, he disfrutado cada día en que escribo un ratito o saco fotos para el artículo y aunque esta semilla no germine, disfrutaré el proceso de cultivar.

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    2. Pues muchísimas gracias, la verdad es que me quedo sin palabras porque a veces me da la sensación de que lo que comparto se queda ahí, sin más. Son muy pocas las personas que interactúan ya sea en el blog, en Instagram o en Facebook y muchas veces tienes la sensación de que casi nadie lee lo que publicas. Cuando me llegan mensajes como este, en el que alguien te dice que algo que escribiste le ayudó, te entra una emoción por el cuerpo difícil de describir, bueno pensándolo bien no es tan difícil, se llama GRATITUD.

      Siempre digo que escribir es mi propia terapia, que no necesito ninguna otra recompensa, pero saber que con eso que escribiste puedes llegar a tocar el corazón de alguien... En fin, el cuerpo se llena de emoción. Ten esto en cuenta, lo que hagas, hazlo por ti, sin esperar recompensas, sin esperar nada a cambio, sin expectativas, tan solo por tu propio disfrute y felicidad. Todo lo extra que venga de ello, será un regalo más.

      Un gran abrazo.

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